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Albert Boadella, director santo (o diablo) y seña de Els Joglars -como decía Elena Posa al presentar su entrevista en El Público-, eligió como motivo generador de su trabajo para el TEPV la pieza del terrateniente y jurista de Sueca Bernat i Baldovi, El virgo de Visanteta.
El proceso de ensayos daría finalmente el espectáculo Visanteta de Favara, título que Boadella eligió para su particular incursión teatral en el mundo valenciano. Y aunque, según él, era una reflexión sobre temas y tratamientos teatrales de «lo valenciano», vistos con mirada irónica y cariñosa, llegó a ser un montaje muy controvertido.
Se estrenó en Ontinyent el día 6 de agosto del 1986 y fue presentado, el día 18 de diciembre, en el Valéncia-Cinema que sería víctima -cómo no- de querellas y actos de desagravio.
Pero, ante todo, fue un gran paso para el TEPV en cuanto a la envergadura del proyecto, ya que el presupuesto ascendió a veintiséis millones de pesetas, dieciséis de los cuales debían ser aportados a partes iguales entre la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana y la Diputación Provincial de Valencia, mientras que el resto correspondía al Teatre Estable.
No era un producto «de la casa Joglars», pero sí se trataba de un trabajo eminentemente boadelliano.
Para ayudar a las tareas de dirección, Boadella contó con Gloria Rognoni, la actriz que un día quedó paralítica mientras la televisión filmaba Alias Serrallonga, y Ximo Vidal, cabeza visible del grupo gandiense Pluja.
La escenografía fue encargada a Diño Ibáñez, colaborador habitual de Els Joglars, y a Xavier Bullvena.
El montaje volvió a «entusiasmar» a los poderes más conservadores de la ciudad, por lo que se presentaron dos querellas contra él. Una de ellas de nuevo del abogado Ramón Tatay Tatay. Las dos fueron archivadas. Pero más llamativo que éstas, por su mayor originalidad, fue el acto de desagravio a san Vicente Ferrer por las «ofensas recibidas» en la representación de Visanteta de Favara. La iniciativa surgió de la llamada «Pila Vicentina», de los Caballeros de San Vicente Ferrer y de otras organizaciones de corte conservador y exacerbadamente anticatalanista. Tuvo lugar en la catedral de Valencia y congregó a unas 3.000 personas.
A pesar de las protestas de la sociedad bienpensante, la obra funcionó a la perfección, ya que los llenos en el Valéncia-Cinema fueron la tónica habitual. Era un homenaje a una forma de entender la vida, con un sentido del erotismo y con un paganismo muy particulares. Al menos éstas habían sido las intenciones de su director.
El hilo del relato era la historia de la humanidad, que partía del supuesto de ubicar el Paraíso terrenal en el municipio de Favara.
Visanteta de Favara conoció una larga gira por Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares y Madrid. En todas partes llamó la atención y llegó a ser, con un total de 10.726 espectadores en dieciocho representaciones, el montaje más taquillero de cuantos participaron en el Memorial Xavier Regás, celebrado en Barcelona y también fue líder de audiencia en el Festival Internacional de Teatro de Madrid.
En el aire quedó una llamada anónima de una mujer cuando estuvo en el Teatro Principal de Alicante: «Como os volváis a meter con Dios, ya veréis».

Representacions

Teatre València Cinema: 18/12/1986
Teatre València Cinema: 18/12/1986