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"Después de Carmen..."
Escamillo torea en la plaza ajeno al drama que está ocurriendo en el exterior, Carmen muere en manos de Don José.
El público en pie, aclama al torero, ¡Todo es júbilo! A punto de salir en hombros por la puerta grande, dos mozos traen en sus brazos a Carmen muerta, Escamillo la abraza queriendo volverla a la vida, no entiende su muerte, él la amaba, todavía la ama...
Todos en la taberna celebran el triunfo, Carmen ya es historia, el vino y el baile hacen olvidar. Una bella mujer, ELLA, coquetea con su mantón mirando desafiante a Escamillo que abatido sentado sobre una mesa, busca en la bebida el olvido. El lazo no se ha roto con Carmen, todo ha sido demasiado rápido, brutal. Encuentra su mantón, se aferra a él buscando su cuerpo, su aliento, su amor, siente un fuego en la nuca, se vuelve. ELLA baila provocativa solo para él, todo el mundo se ha ido pero detrás en la penumbra Escamillo ve la imagen de CARMEN, en su desesperación pide al cielo que no se vaya.
El toro se interpone en sus pensamientos, es su otra obsesión, le amenaza... lo busca... se le enfrenta... se sumerge en la pesadilla, unas veces es vencido, otras vencedor, trata de huir, se siente atraído, las sensaciones le rodean, cae exhausto, la imagen de CARMEN vuelve con fuerza, la invoca, no quiere perderla, ¡PIDE SU VUELTA!...
CARMEN su espíritu se le acerca, quiere hacerle comprender su amor, su muerte, le pide que reaccione, que acepte su ausencia, sigue siendo como en vida generosa, quiere seguir libre su camino. ELLA aparece, CARMEN la empuja hacia Escamillo, les acerca y se aleja...
En la plaza la fiesta va a comenzar, Escamillo es aclamado por el pueblo, su capa roja y albero se abre, serena... con alegría... con la esperanza de un nuevo amor.

El pueblo en la taberna celebra el triunfo de Escamillo y cantan:
"Vente torero,
vente a bailar
vente a la fiesta
no sufras más
que la mancha de la mora
con otra verde se va..."

Movimiento Flamenco presenta un recorrido por diferentes palos flamencos. Es una pieza de corte mecanista confiada a la uniformidad del conjunto y pulsada por el ritmo seco del nuevo flamenco, que denota el buen gusto de Latorre.

Representacions

Teatre Romà de Sagunt: 12/08/2000