Més dades

Hay un personaje aquí dentro, entre los figurantes, cuyo sueño es hacer un monólogo. En un momento dado y por casualidad, mientras se prepara una representación, se queda solo en escena y empieza a hablar con el público, a contar todo lo que se le ocurre, lo que sueña, lo que piensa y lo que no se atreve a pensar, pero sabe muy bien que lo que está haciendo no es un monólogo, es capaz incluso de adivinar lo que pasará inmediatamente después, lo que demostrará que lo que acaba de hacer delante del público no es un monólogo.
Pero lo cierto es que se ha pasado un buen rato él solo hablando en escena. Quizá
no lo sienta así, no lo viva así, ni quizás otras personas como él tampoco. Quizás no sea un monólogo convencional en su sentido más mítico y por eso él no lo siente como tal. Posiblemente cree - y muchos otros como él también - que un monólogo ha de ser diferente y que, por supuesto, lo ha de hacer alguien distinto a él, alguien más importante, alguien que tenga algo más que decir (algo más importante que decir).
El resto de los figurantes viven exactamente la misma situación - y algunas personas como ellos también: creen que deben hacer algo más importante, una cosa que convencionalmente se llama Teatro, para merecer ser observados, para sentir que ellos también tienen que decir y hacer algo importante y ser tan importantes como aquellos que lo hacen. Jamás tienen la sensación de estar haciendo nada que sea observable, de estar haciendo nada que valga la pena, y las personas como ellos tampoco.
En su lucha masiva - porque son muchos y las personas como ellos también - por encontrar el camino de los otros, el camino válido para estar a la altura de lo que hay que hacer, convierten ese gran teatro donde se iba a representar una obra bien hecha, de calidad, en un desván de utilería. Conscientes de que así no llegarán a ningún sitio,inseguros por su papel, lo vacían todo y pueblan la escena ( eso sí, esta vez a conciencia) de ellos mismos sin atuendos, sin nada, en sus actitudes más cotidianas. En su lucha por sobrevivir, por tener un espejo soportable en los demás, por poder expresarse como cualquiera tiene derecho a hacer, llegan a la esencia del teatro sin saberlo: "a un lugar cualquiera le llamo espacio vacío; una persona camina por este espacio vacío mientras otra la observa; es todo lo que se necesita para que se produzca el acto teatral" ( Peter Brook).

Carme Portaceli

Representacions

Teatre Rialto: 28/02/1989