Companyia: EntreCajas Producciones Teatrales
Duració: 2 h. 5 min.

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Fitxa tècnica

Autor: Dürrenmatt, Friedrich
Direcció: Portillo, Blanca
Adaptació: Sansegundo, Fernando
Il·luminació: Yagüe, Pedro
Espai escènic: D'Odorico, Andrea
Vestuari: Sanz, Elisa
Dramatúrgia: Sansegundo, Fernando

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Més dades

La avería cuenta la historia de un representante de una firma de textiles, Alfredo Traps, que tras un fallo en su coche, se ve obligado a pedir cobijo a un anciano que vive solo con su ama de llaves, en una casa perdida en la mitad de la nada. Justo esa noche, se prepara una cena habitual con algunos amigos de igual avanzada edad a la que Traps está invitado por supuesto. La velada se anuncia un tanto aburrida para el representante de textiles, ¿qué puede esperar de una cena con ancianos? ¿conversaciones sobre prótesis dentales, el tiempo, la salud o anécdotas del pasado? Craso error. Lo que le espera es un peligroso juego en el que cada uno adopta un papel predeterminado, un complejo juego de justicia moral. Lo que plantea Friedrich Dürrenmatt en la esencia de su texto es la legitimidad o no de nuestras acciones. ¿Es justo tratar a los jubilados como viejos vejestorios, inútiles e ineptos para ejercer cualquier tipo de cargo que no sea cuidar de los nietos? A lo que contestaría, que obviamente no, muchas personas de avanzada edad siguen manteniendo sus plenas capacidades y acumulan años de experiencia muy beneficiosas para la sociedad. Pero la nuestra es una sociedad de exclusión, siendo el rechazo una maniobra bastante sutil e integrada en el mecanismo diario. Si eres mayor, te apartan de la vida activa y del meollo del desarrollo, si sugieres caminos alternativos te excluyen por no tener cabida en el molde común, si eres gordo te obligan a adelgazar, si eres drogadicto te dan la espalda en vez de tender la mano. Y sin embargo, nadie condena al que rechaza, al que abandona a su prójimo cual colilla usada y menos al que utiliza métodos poco, por no decir nada éticos para ascender. Nadie repudia al que pisa a su prójimo para subir cuatro peldaños. ¿Es justo? No lo castiga la ley, ¿pero lo debería de hacer la moral?

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Representacions

Teatro Calderón de Valladolid: 09/03/2012

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