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Lógicamente nos resulta imposible reflejar mínimamente lo que puede ser el final de una propuesta teatral. Generalmente es así; en el caso de lonesco lo es más todavía.
Queremos dejarnos arrastrar por las palabras y las situaciones de lonesco, lo cual supone una gran dificultad. El reto es el de no interferir el mensaje o la construcción de la tensión dramática propuesta por el autor en su forma específica. Queremos dejarnos arrastrar, en definitiva, por la dinámica de la obra,
-bucear en ella -, porque creemos que es la única posibilidad que tenemos de denotar en nuestro inconsciente y en nuestros cuerpos la dialéctica de la euforia coexistiendo con la desesperación, la estupidez con la lucidez, la impotencia con la necesidad de intervenir.
Como principio de trabajo "hemos partido de observaciones amplias del hombre medio burgués. Hemos ido, intentando captar el latido de una ciudad en sus implicaciones cotidianas mas evidentes y momentáneas (temas como la salud, el bienestar la política, las relaciones... etc.).
Hemos visto que los personajes se hayan siempre sometidos al vaivén de sus propios deseos y aspiraciones -siempre a la deriva- y por tanto perseguidores de una realidad inasible e inevitable.
Ocurren escenas cotidianas de todos los dias y aparece un elemento (la peste) que irá creando un clima y las diferentes respuestas ante éste. Lo paradójico es que el elemento puede ser cualquier cosa: una guerra, noticias, desastres, caos, modas...
Aunque es evidente que lonesco parte, de una situación contemporánea, nos damos cuenta que la condición humana esgrimida por lonesco es intemporal, ya que remontándonos a cualquier época pasada, encontramos la misma situación básica de incertidumbre del hombre ante la razón última de"su existir" o "su no existir".

Representacions

Centre Teatral Escalante: 18/01/1984