Direcció: Hospital, 51
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Detalls

La sede de la Fundación se encuentra en el Teatre Romea, situado en la calle Hospital de Barcelona.
El Romea fue inaugurado el 18 de noviembre de 1863, es junto con el Teatro Principal y el Gran Teatre del Liceu, uno de los tres coliseos en funcionamiento más antiguos de la ciudad y refleja tanto la historia del teatro como de la sociedad en Catalunya. El Romea fue un teatro muy identificado tanto con la pequeña burguesía barcelonesa como con los sectores populares y durante mucho tiempo fue la sede de la dramaturgia en lengua catalana.

El teatro se situó en el lugar donde había existido el antiguo convento de Sant Agustín y tomó el nombre en honor del actor murciano Julián Romea. Al comienzo rivalizaba con el teatro Odeón, situado escasamente a 100 metros, pero en 1865 Frederic Soler, "Pitarra", encabezando un grupo de actores y actrices del Odeón, se trasladó al Romea y así quedó constituido el Teatre Català Romea, el cual mantendría su denominación hasta la Guerra Civil. Pitarra consiguió grandes éxitos que le valieron la incorporación al teatro como coempresario y director artístico. A finales del siglo XIX y comienzos del XX el Teatre Català Romea estrenó obras de Àngel Guimerà, Ignasi Iglesias, Santiago Rusiñol, Josep Pous i Pagès, Adrià Gual y muchos otros autores representantes de la cultura catalana.

La presencia del teatro catalán hasta la Guerra Civil Española tiene mucha significación histórica, pero desde el punto de vista sociológico no llegó a congregar tantos espectadores como lo hizo el teatro español, las operetas, vodeviles, revistas musicales o music-halls representados en el Paralelo de Barcelona. Josep Maria de Sagarra es quien, de forma preferente, representa el teatro catalán hasta 1936, cuando la Guerra obliga a hacer un paréntesis, y desde 1946 hasta su muerte en 1961. Sus grandes textos, sin ser un autor exclusivo del Romea, fueron estrenados en este teatro: Rondalla d'esparver, 1918; Dijous sant, 1919; L'hostal de la Glòria, 1931; Desitjada, 1932; El café de la Marina, 1933; La plaça de Sant Joan, 1934; La fortuna de Sílvia, 1947; La ferida lluminosa, 1954; Soparem a casa, 1959.

Tras la Guerra Civil, empresas como la de los hermanos Fernández Castanyer en 1949, o la compañía Maragall en la segunda mitad de los cincuenta, no pudieron impedir que el local viviera uno de los períodos más críticos, pese a la creación de un patronato en 1962. No debemos menospreciar sin embargo hechos como el Ciclo de Teatro Latino (1958-1969), las populares temporadas de Joan Capri, actuaciones extraordinarias como las del Piccolo Teatro di Milano de Vittorio Gassman, el Living Theatre de Nova York, el Ciclo Cavall Fort creado en 1967, el esfuerzo de la Compañía Adrià Gual, dirigida por Ricard Salvat (1966-1968) y otros grupos surgidos del teatro independiente. Ya en plena democracia, el Teatre Romea, que había funcionado siempre como una sociedad de teatro privado, se institucionalizó y alojó al Centre Dramàtic de la Generalitat de Catalunya desde 1981 hasta 1998.

En enero de 1999 la gestión del Teatre Romea vuelve a privatizarse y el Grupo Focus la asume. Esta nueva etapa se caracteriza por una línea artística que, bajo la dirección de Calixto Bieito, apuesta por la creación y la calidad con una programación innovadora y de riesgo sin olvidar el apoyo a los autores y directores catalanes.

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Espectacles

Orfeu als inferns
Plataforma
Desaparecer
L'hort dels cirerers
Llum de guàrdia
¿Quién teme a Virginia Woolf?
Litoral
Panorama des del pont
Calígula
Sócrates. Juicio y muerte de un ciudadano
Viejo amigo Cicerón
La casa de los espíritus
Safo
Èdip

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